Nuevamente traigo a esta sección buenos detalles de mis
lectores; bien por la rama familiar, amistades o sencillamente internautas que
contactan conmigo gracias a la Red de redes. A todos ellos, mi reconocimiento
desde las primeras líneas de esta entrega 39ª entrega, por el esfuerzo que
supone haber llegado hasta aquí con su estimado apoyo a los libros de títulos relativos
a la cerveza.
30 recetas SABROSAS dulces y saladas, lleva por enunciado otra curiosidad troquelada, en forma de espumosa jarra de cerveza. Son poco más de sesenta páginas, impresas en China, y cuyo volumen es traducción del original: Bière: 30 recettes gourmandes sucrées & salées, de Martine Lizambard, autor residente al norte de Bélgica. Con la buena traducción de Carles Sabata Sabaté, ha sido publicado en España por Editorial Océano en 2012.
En la introducción nos confirman que la cerveza, perfecta
para compartir buenos momentos con nuestros semejantes, ha pasado también a ser
el ingrediente de numerosos platos. Así cuestiona y responde a dos posibles
dudas: ¿qué cerveza escoger para cocinar?, ¿qué cerveza escoger para acompañar?
Siguen los entrantes, con once recetas; los platos principales, con otras once
composiciones, y ocho postres. Además incluye dieciocho ilustraciones, que
vienen a completar muy útilmente este simpático recetario con distintos estilos
de cervezas.
Mujer, ginecología y cerveza, es –para mí- otra novedad porque se trata de un interesante estudio donde se nos ofrece una síntesis de los beneficios de la cerveza, tanto desde el punto de vista físico y metabólico, como por sus aportaciones nutritivas en la base de una dieta sana. Así lo manifiesta en su introducción el coordinador profesor Tirso Pérez Medina, titular de Ginecología y Obstetricia de la Universidad Autónoma de Madrid, con quien han colaborado catorce autores profesionales de diferentes hospitales en Madrid. Son algo más de cien páginas, donde se relaciona un tema como la ginecología con la vida sana merced a una dieta mediterránea, el estilo de vida, la protección cardiovascular y beneficios del consumo moderado de la cerveza; bien durante el preembarazo y gestación, la lactancia, en época de menopausia, el envejecimiento, la osteoporosis, más un final interesante donde se entra a tratar la cerveza como un neuroprotector; según su estudio, la cerveza podría ejercer un papel preventivo frente a la toxicocinética del aluminio y, por tanto, frente al Alzheimer. Conclusiones éstas, publicadas por la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología que han tenido muy buena aceptación en el marco del XIII Congreso de Salud y Medicina, celebrado en Madrid en febrero de 2013.
La Piedriquina, Anuario nº 6, publicado en marzo de este año. Una singular revista editada por la Asociación Cultural del mismo nombre, en Las Regueras, Asturias. Me llega con una dedicatoria de Claudia Prieto Rodríguez, autora del trabajo titulado “Cerveza hecha en Asturias”, quien ofrece a sus lectores un concienzudo estudio, bien documento, ricamente ilustrado, entre las páginas 22 a 35. Su colaboración hace honor al citado anuario, y con igual calidad al resto de trabajos editados en un medio periódico de lujo. Enhorabuena a sus promotores.
Claudia Prieto hace una introducción histórica de la cerveza, breve y general, pero a continuación entra a conciencia estudiando las industrias del ramo que hubo en el Principado. Más de cuarenta anotaciones a pie de página citan sus fuentes, cuyo resultado viene a ser un paseo curioso, sencillo, atractivo, sin complicaciones técnicas ni históricas de las fábricas que existieron en Asturias. Se cita la primera referencia en 1778, con la cervecera creada por Antonio y Francisco Javier Toral en Gijón; nos lleva de la mano por la enriquecedora historia de una marca ya desaparecida la Estrella de Gijón, que fundaron en 1893 los hermanos Manuel y Antonio Suardiaz, junto con Ernesto Bachmaier; en 1900 se crea El Águila Negra, en Colloto, donde también hubo plantaciones de lúpulo, extinguiéndose la industria cervecera entrados los años 90 del pasado siglo XX. Y termina este interesante estudio, llegando a las microcervecerías o de fabricación artesanal empezado el siglo XXI.
No le falta razón a la autora, cuando expresa que seguramente
la cerveza asturiana no acaba aquí, más bien, está empezando a resucitar con
fuerza y calidad; ya decía Platón: “fue
un hombre sabio el que inventó la cerveza”. Líneas que tomo de su
despedida, para enviarle desde estas páginas mi felicitación y gratitud por un trabajo tan perfecto que me
hizo llegar; enhorabuena. ¡Salud!
***
***