
Marcos Ordoñez ha escrito más de veinte libros, a la fecha de esta primera edición octubre de 2010. La presente obra es difícil de clasificar, según el propio autor. La portada y el título: en blanco y negro, reflejando la Barcelona de los años sesenta, da sed; con tres tanques de cerveza, provoca el deseo de beberlas, o leer sus tres historias contenidas en el libro. En cada una de ellas con tres personajes; el número tres es una constante en esta obra, de 300 páginas.
"TURISMO INTERIOR", nos dice su autor, es un guiño humorístico, en lugar de viaje interior; turismo tiene un punto más irónico, de extrañeza, de extranjería ante la vida y especialmente ante el pasado, porque para Ordoñez es un territorio que no está fijo; no sólo por lo que recuerda uno, sino partiendo de lo que te van recordando los demás. Es un viaje hacia el interior del propio escritor.
En la primera historia “Esto no está pasando” hay un personaje que es un poco como el camarero de la portada, entre obsequioso e inquietante, ante el cual una mujer y dos hombres se encuentran inmersos en la Rambla barcelonesa de esos años citados, y se adentran en dicha época para observar qué aventuras vivirán. En el segundo relato “Como un policía en un país extranjero” el protagonista entra en la vida de otro escritor, hijo de un policía desaparecido, merced unas cartas recibidas de su hermana. Y en el tercero “Gaseosa en la cabeza”, Ordoñez nos hace una revisión de su existencia desde cuando empezó a escribir por puro placer hasta que se profesionalizó con las consecuencias que ello conlleva.

Como el propio autor afirma: “Mirando estas terrazas abandonadas de la mano de Dios, a uno le viene involuntariamente a la memoria la comparación con unos sueños de paz jamás cumplidos, unas expectativas pasadas por agua y una situación internacional resfriada”. Son algo más de 240 páginas cuyo contenido la editorial divide en cinco apartados: Primavera de café, síntomas vieneses, tipos, escenarios y un viaje por el país de Heanzen. Estos artículos proporcionan una magnífica visión de aquella vida cotidiana, sus costumbres, y sus gentes con desilusiones y derrumbes, vislumbrando un incipiente futuro. Una cuidada edición, donde la crítica alaba su buena traducción, interesantes fotos de aquellos años y un práctico glosario.

Esta novela, creada en 1961, se presentó en el Festival de Cannes de 1971 como película dirigida por Ted Kotcheff. Se tituló Wake in fright, (Susto al despertar) y cuyo tráiler lo podemos localizar en YouTube, para sumergirnos de la mano de sus actores en un infierno mayor donde la cerveza es el néctar de esos complejos paisanos. Cincuenta años después de haberse escrito, tanto la acción narrativa como lo visto del filme, nos muestra un caos moral que puede no contener delito desde una mirada legal, pero cuya desolación intelectual asfixia (la muerte de los canguros es un episodio tan brutal como magistral) "Pánico al amanecer" contiene una historia tan inquietante como el paisaje inabarcable de la narración. Imprescindible novela, según los críticos entendidos.
Por eso, sin excesos, una buena cerveza es compañera ideal de lectura. ¡Salud!