viernes, 7 de septiembre de 2012

34ª entrega - CELCE Magazine · Nº 68 · Septiembre 2012

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De nuevo encuentro un libro donde la ciencia vuelve a estudiar la cerveza. Este ejemplar que les comentó UN BRINDIS CON EL PASADO La cerveza hace 4500 años en la península ibérica, lo encontré en la biblioteca de la facultad de Geografía e Historia, en la Universidad Complutense de Madrid. Su edición se realizó, en 2006, por el Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial de la Universidad de Valladolid; desde estas líneas mi gratitud a su director, por autorizarme a obtener imágenes del volumen citado.


El estudio científico fue dirigido por Manuel Ángel Rojo Guerra, profesor de Prehistoria en dicha institución vallisoletana, coordinando también el Plan de Actuación en el Valle de Ambrona (Soria) desde 1997. Sería en ese valle, en la localidad de Miño de Medinacelli, donde encontraron una tumba excepcional. Analizados los restos humanos hallados, mediante el carbono 14, dataron su época de hace cuatro mil quinientos años. En ese mismo enterramiento descubrieron unos vasos de cerámica, que aparentemente pudieron contener líquidos, y enviaron muestras de partículas encontradas en su interior al Laboratorio de Arqueología de los Alimentos de la Universidad de Barcelona. Así fue como pudieron conocer que aquellos licores procedían de fermentar cereales; concretamente trigo, según los rasgos químicos encontrados.

Este detalle fue suficiente aliciente para el equipo guiado por el citado profesor, junto a Rafael Garrido Pena e Iñigo García Martínez de Lagrán, y presentaron al Grupo Mahou-San Miguel un proyecto de investigación sobre el origen del consumo de cerveza en la Prehistoria. El mecenazgo de la cervecera se consolidó en 2003, firmando un convenio de colaboración en el Palacio de Santa Cruz de Valladolid, sede del Rectorado. En el prólogo del volumen que cito agradecen el interés demostrado por dos directivos del sector cervecero español: Carlos Walter Schumacher (Director General entonces del citado Grupo) y nuestro estimado Alberto Velasco Alonso (Director de Comunicación Externa y RR.II. también de la firma M&SM) a quien felicitamos, una vez más, por su dedicación personal y profesional en difundir el culto e historia que siempre fluye de la cerveza.

Son ciento cuarenta páginas, repartidas en ocho secciones, bien ilustradas, de lectura sencilla, amena y fácil de comprender por quienes no somos científicos.  Conforme les cito, nos introducen en las cerámicas campaniformes; cerveza en la antigüedad y en sociedades preindustriales; arqueología de los alimentos, así como los oportunos análisis químicos y microscópicos; fiestas y banquetes, con sus rituales de bebidas de aquella época del Calcolítico peninsular.
Y un apartado que deseo destacar: la elaboración de cerveza “prehistórica” que realizaron en el extremo suroriental de la provincia de Soria. Tema que venían desarrollando desde diez años antes, al investigar la introducción de la agricultura en el interior de nuestra Península Ibérica. Por lo cual se plantearon realizar una reconstrucción de todo el proceso de elaborar cerveza en el Calcolítico meseteño. Todo quedó plasmado en un documental científico (Rojo, García y Garrido, 2002-2003) igualmente patrocinado San Miguel Fábricas de Cerveza y Malta, S.A.

Es decir, desde la siembra de semillas de trigo (Triticum aestivum) y cebada (Hordeum vulgare subsp. Distichum) facilitadas por la marca patrocinadora; siembra un mes de Febrero con azadas o layas, sin pesticidas, para llegar a la cosecha en Agosto; su malteado, tostado y triturado en un molino de mano; cocción de la harina con agua, añadiendo miel más algunas hierbas aromáticas, y fermentación del mosto con levadura (Saccharomyces cerevisiae) Una vez filtrado todo se obtuvo una cerveza que tenía 6,9% de alcohol y 15,5% de extracto primitivo, con un pH de 4.4 cuyo amargor no resultó muy apreciable.

Decía que lo descrito se grabó en un documental titulado: “La cerveza más antigua de Europa”, por miembros del equipo del Servicio de Medios Audiovisuales de la Universidad de Valladolid. Y completado finalmente  con una extensa bibliografía, páginas 137 a 140 donde el curioso investigador puede encontrar diversas publicaciones, extranjeras y españolas, relacionadas con el presente trabajo de Ciencias. Otro más que viene a sumarse al ya comentado en esta misma sección: GENÓ: Un poblado del bronce final en el bajo Segre (Lleida) y que propició se elaborara la Cerveza Zythos, por San Miguel, a partir de los descubrimientos en dicha aldea, cercana al municipio de Aitona, Lérida.

Enhorabuena a nuestros científicos, y a su salud venga un brindis con cerveza.
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