viernes, 8 de junio de 2018

Revista CELCE MAGAZINE Nº 91 - Mes de junio de 2018

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Si la comunicación externa es fundamental, también lo constituye la interna, que es 
la auténtica fuerza que aglutina y coordina las diversas esferas empresariales. No 
hay mejor sistema para conseguir el máximo compromiso de todos los miembros de 
una compañía que la existencia de un alto grado de motivación colectiva. Y ese 
interés de grupo solo se logra con una eficiente comunicación interna.

Más que un libro relativo a temas con cerveza, traigo a nuestros lectores un tomo de 
hemeroteca; es decir la encuadernación de una publicación periódica para su archivo. Se 
trata de EL PERIÓDICO DE CRUZCAMPO, edición que empezó a publicarse en noviembre  de 1993 
cuando la cervecera andaluza estaba participada por Guinness. Eran 
pues los tiempos del Grupo Cruzcampo, S.A., una de las pioneras empresas que dedicó 
personal y presupuesto en comunicación interna cuyo presidente Robert Hermans, 
entendió esta fórmula como aglutinadora del personal procedente de 6 distintos centros de 
trabajo y 15 centros de distribución. Las sociedades fusionadas fueron: La Cruz del Campo,
  El Alcázar, Henninger Española, Industrial Cervecera Sevillana, Unión Cervecera, 
más Juan y Teodoro Kutz.

El soporte en papel fue de generosas proporciones, similar a un formato tabloide pero en 
realidad se imprimió en páginas de 29x35 cm, a todo color, figurando en su cabecera el 
logo cuadrado que simulaba un cubo geométrico lleno de espumosa cerveza. En total se 
editaron 24 números normales mas 3 ediciones especiales: nacimiento Cruzcampo Oro 
(más de un siglo de etiquetas), otra “Mercado Cervecero” y “Las Marcas del Lider”, y la 
última dedicada a “La Innovación”. Todo en distintos períodos según fueron realizados por 
la Dirección General de Recursos Humanos, pues en ocasiones aparecieron cada 3 o 4 
meses, hasta marzo del año 2000.

 

He obtenido varias fotos de sus páginas en orden aleatorio, pero aún así, durante casi esos 
siete años que duró su publicación y envío a todos los empleados del desaparecido Grupo 
Cruzcampo, se advierten sucesivos cambios en virtud de las directrices que se iban 
imponiendo por sus diferentes propietarios. Al principio era una información muy completa, 
si se quiere institucional y corporativa, pero donde intervenían diferentes departamentos o 
los mismos empleados que, a modo de ágiles corresponsales, estaban repartidos por las 
distintas fábricas propiedad de dicha sociedad mercantil.

Después vendrían dos cambios importantes, cuando la marca Cruzcampo pasó de 
Guinness a la multinacional Diageo, y de ésta asumir la unión con El Águila que tras 
desaparecer la misma vendría a concluir en la actual cervecera Heineken España, S.A. Y 
se llega a la conclusión de que el estilo periodístico en los inicios de este medio de 
comunicación interna, también fue variando como era de esperar pero sin dejar algunas 
secciones a considerar como clásicas y la importancia de destacar los valores de distintos 
empleados: obreros, técnicos, comerciales, administrativos o directivos, en la sección 
TODO UN TIPO, lema éste clásico en la publicidad comercial cuando se citaba la figura del 
Gordito de Cruzcampo. Tampoco faltó nunca una columna de salida, en la última página de 
cada periódico, dedicado a detalles curiosos, unas breves líneas, según novedades 
personales o departamentales, que se recibían desde fábricas o delegaciones de esta 
cervecera.

He tenido la curiosidad de repasar, una por una, las 292 páginas que se llegaron a publicar. 
Recuerdo cuando las recibíamos, dobladas, en cada centro de trabajo y al poco tiempo se 
decidió su envío directo por correo postal al domicilio particular de cada empleado. Hay que 
destacar el interés por dar a conocer las propias noticias que, entre el personal, fábricas, 
delegaciones, departamentos y diferentes direcciones de la empresa, se llegaron a 
comunicar 942 novedades mientras que se ilustraron sus páginas con 860 fotos.


 

Con un buen equipo de redacción, donde tuvieron en cuenta a este comentarista como 
colaborador y fotógrafo, cada portada llevó el correspondiente “Sumario”. También se hizo 
posible hacer constar a los autores de diversos artículos, por ser éstos más extensos que 
una breve noticia; en total 65 con firma. E igual número en cuanto a la inserción de 65 
cuadros comparativos y gráficos, por la facilidad de explicar en éstos distintas evoluciones 
propias, promociones, ventas, series estadísticas, mejoras sociales, medio ambiente, etc., 
que generaba la propia empresa en sus diferentes secciones.

Una unidad bien interesante, como decía anteriormente, era la dedicada a resaltar diversos 
empleados, por alguna peculiaridad en función de su labor, de su profesión, antigüedad, o 
características que se tenían en cuenta como una distinción para la propia empresa al 
contar con empleados como aquellos 25 que recibieron casi una página entera en su 
merecido y particular homenaje. Al lado otra sección, otra curiosidad, “Nuestra Gente”, se 
llegaron a destacar 179 citas, relacionadas con el personal laboral de todas las fábricas y 
secciones; detalle éste que no alcanzaba a la categoría de una extensa noticia, pero si 
resultaba grato recibir este tipo de menciones entre los empleados.

También fue una publicación donde se insertaron 80
 dibujos o logos y 19 desideratas, descriptivos los 
primeros y razonamientos sociales las segundas. 
En sus dos primeros años cada ejemplar se 
imprimía a 8 páginas en color; a partir de julio de 
1995 se pasó a 12 páginas, excepcionalmente el 
número especial de noviembre de 1998 se lanzó 
con 16 páginas impresas, mientras que en enero de 
1998 y agosto de 1999 dos números especiales 
volvían a 8 páginas. Durante gran parte de este 
tiempo, la dirección del periódico se llevó desde 
Recursos Humanos, siendo el titular de la Dirección 
de RR.HH. Juan de la Torre Fabre , y gran 
impulsora del proyecto María Soto Osborne; fue 
coordinador del periódico en en toda su vida 
editorial Alfonso Heras Palomo, de la mano de un 
buen asesor periodístico, José Álvarez Marcos. 
 
En noviembre de 2000 se anunció su cierre, 
por integración empresarial en una firma
diferente que disponía de comunicación interna
 a nivel internacional. He de hacer mención
antes del final, a Enrique Fernández Haya quien siendo director general de la fábrica en
Madrid, hoy actual empresario sombrero, me nombró corresponsal en este dichoso
proyecto de comunicación interna; también del citado coordinador Alfonso Heras Palomo,
pues continuamos hoy en buena amistad recordando que dirigió a una media de 7
colaboradores, 7 corresponsales y 2 fotógrafos, sumando entre todos una fuerza que hizo
posible esta publicación que aquí termino de comentar a nuestros lectores. Un trabajo
añadido que nos llevó a conocer empresas de automoción, ferrocarriles, cerveceras o
centrales nucleares, quienes también disponían de un medio de comunicación similar. Un
brindis para todos. ¡Salud!

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