lunes, 8 de abril de 2019

EL ÁGUILA, una marca de cerveza con vuelta.

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En tantos años como llevo escribiendo, sobre estos temas cerveceros, en concreto de las marcas españolas,
no me había pasado nunca lo que ahora. En esta misma revista digital escribí, hace bien poco, sobre una
clásica marca española: S.A. “El Águila, fábrica de cerveza y hielo”. Desde 1900 hasta la fecha, todo pasa y
todo soporta una serie de cambios, incluidas las empresas, pero más todavía desde los tiempos de
globalización que nos ha tocado vivir.

Antes de comenzar el siglo XXI, la actual propietaria de El Águila decidió retirarla del mercado. Sinceramente
lo sentí, inicialmente como madrileño y después porque mis primeros botellines a los que mis buenos padres
me invitaban, algún domingo, para hacer más especial la merienda, eran de dicha marca. Su ingesta,
moderada, era sana y bien vista por los médicos, pues en aquellos años cincuenta venía bien como un
complemento alimentario a la escasez de entonces.

Ahora, viente años después de haberla retirado del mercado, vuelven a lanzar la misma marca con unos
cambios sustanciales. Su propietaria es Heineken España, quien ha decidido ampliar su portafolio volviendo a
elaborar y comercializar sus marcas El Águila y El Alcázar, esta última radicada en la capital de Jaén.
En el mes de marzo asistimos a la presentación, realizada precisamente en la antigua fábrica que hubo junto a
la estación de ferrocarril del barrio de Delicias. La empresa informó que dicha  marca renace con aquellos
valores bohemios de 1900, mediante una imagen renovadora y con receta de fabricación inspirada en sus
orígenes. Su elaboración, envasado y distribución se hará desde su fábrica en San Sebastián de los Reyes
(Madrid). Ya está disponible en botella de 33 cl., y barril en hostelería. Poco después ha llegado al sector de
alimentación.

Según la nota de prensa, como ya sabemos, El Águila llegó a ser una de las marcas de cerveza más
acreditada, vendida y apreciada en España. Esto hizo posible el auge de la bebida introducida cuando llegó
Carlos V de Alemania, pues entre sus cortesanos venía un maestro cervecero. Ahora esta referida marca
vuelve con un procedimiento inspirado en la idea de su creados, con tal de hacer una cerveza de sabor
reconocible entre el resto de los tipos “lagers” existentes en nuestro comercio. Informan que han conseguido
elaborar una cerveza especial, de 5,8% Vol., donde se combinan su intensidad del cereal malteado y
caramelizado, más la frescura añadida de una mezcla de lúpulos, a los cuales se ha agregado una nueva
variedad: Lemondrop.

Personalmente el nuevo logo que han presentado me parece más un diseño propio de cerveceras artesanales.
Dicen en su información que, desde un punto de vista estético, esta marca vuelve con un dibujo elaborado a
mano, mediante fuertes trazos, haciendo honor a su fundador, que era pintor, y refleja al mismo tiempo la
creatividad del tiempo en que nació El Águila. Es un homenaje al barrio madrileño donde nació, Delicias. Por lo
referido al color azul de la etiqueta, informan que está inspirado en los azulejos que coronan la fachada de su
primera fábrica, calle General Lacy esquina a Ramírez de Prado, donde también predomina el color azul.

La propietaria Heineken nos recuerda que ese cierto espíritu inconformista desde la creación de El Águila,
desean se siga reflejando hoy, pues el propósito de una marca es celebrar estas creaciones, contando con
quienes desean expresar su arte, implicando además a diferentes agentes sociales: artistas, consumidores y
los propios clientes de la citada marca cervecera.























He visitado las antiguas instalaciones de esta factoría cervecera, en el propio Madrid. Hoy lucen remozadas
pero convertidas en dos organismos de la Comunidad de Madrid, de una parte su Archivo General, y de otro
una gran Biblioteca que desarrolla numerosas actividades: cursos, cine, conferencias, etc. Entre éstas, la
posibilidad de aprender a manejar los fondos del archivo. Y eso hice durante un tiempo, investigando sobre
una empresa española cuya marca cervecera original pensé había tomado el vuelo para no volver. 

Hoy el comercio es muy competitivo, se mire por donde se mire. Y uno de los puntos más importantes de la
industria de cervezas es su propio mercado, imponen una serie de innovaciones o estrategias que hagan
posible no perder el segmento donde tanto ha costado llegar. En parte de este escenario, hace pocos años
han empezado a tomar protagonismo las cervezas artesanales.

Y para mi gusto, si han de competir por este campo, hubiera elegido algún modelo de etiqueta semejante a las
antiguas que utilizaron en El Águila. Podían haberse asesorado cerca de los grandes coleccionistas españoles
de material cervecero: tienen etiquetas de cualquier época y marca española, modelos de botellas, cajas,
tapones corona, etc. Lo cual, desde mi punto de vista, sí sería un homenaje a las antiguas costumbres y
marcas de cuando se empezó a comercializar los productos cerveceros.

Tan fuerte es la implantación de cervezas artesanas en España, siguiendo como tantas veces las modas
extranjeras, que sus empresas ya disponen de asociaciones profesionales. Y las mismas pueden integrarse en
la patronal Cerveceros de España, o ampliar sus conocimientos mediante matriculación en la Escuela de
Cerveza y Malta, dependiente de la Asociación Española de Técnicos de Cerveza y Malta, con sede estos
organismos en Madrid.


















Como bien informan en El Aguila, estamos en un momento en el que los consumidores  buscan opciones
diferenciadoras, y de cercanía. Por eso han decidido relanzar esta acreditada marca, inspirada en 1900,
reemprendiendo así un vuelo que una pasado y futuro, escuchando las tendencias de nuestro siglo actual al
tiempo de fusionar el espíritu de ambas épocas.

Según suelo pensar, si estas decisiones comerciales traen trabajo y prosperidad para nuestra propia industria,
yo que he sido trabajador en su competencia durante casi cincuenta años, bien que me alegro por la
reaparición de El Águila. Me recuerdan a dichas aves que en plena naturaleza, emigran cuando les hace falta
y regresan siempre al mismo nido que las vio nacer.

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