De nuestra visita al Museo de la Ciudad, Madrid. Mentidero de la Villa en en las
escaleras que tenía el Convento de San Felipe el Real en la Puerta del Sol. La
iglesia se encontraba situada en un nivel más elevado ya que ocupaba la manzana
que daba a la calle de Esparteros, la calle del Correo y la calle Mayor, lo que hacía
posible que en las escaleras se situasen todos aquellos que, disponiendo de
posesiones españolas; y para ello la proximidad de la Real Casa de Correos era
óptima.
Por otra parte la calle Mayor, era lugar de paseo obligado de los
madrileños y en ella, a una hora u otra, siempre era posible encontrarse con la
persona buscada, ya fuese un amigo, conocido o la amada. Las gradas, balcón
inmejorable sobre esta calle, siempre estaban muy concurridas. Foto: PMO.