martes, 23 de marzo de 2021

BUEN RETIRO Y JÚBILO: Alberto Velasco Alonso. Mahou-San Miguel.

 























Es una buena noticia, que celebro con mis mejores deseos de salud para disfrutar junto con su 
querida familia, buenas amistades y antiguos compañeros, incluidos los cerveceros.

Nos conocimos hace muchos años. Fue en un viaje a Valladolid, mediante la Asociación para el 
Desarrollo de la Comunicación Interna en las Empresas. El autocar nos llevó hasta las 
instalaciones de Renault. Alberto representaba a San Miguel, y con otros compañeros iba yo por 
Cruzcampo. Él se pasó todo nuestro viaje, con un moderno teléfono móvil, en una constante 
comunicación, trabajando junto con sus colaboradores de San Miguel o Mahou; no recuerdo si 
ya ambas empresas habían formado Grupo. Es decir, tanto a la ida como a la vuelta de 
Valladolid, su viaje fue una constante labor de buenas gestiones.

Después, ha sido su mecenazgo cercano al Club Español de Coleccionismo Cervecero quien
 nos unió en muchas ocasiones más. Gracias a esa castellanía que luce mi estimado Alberto, 
porque dicen la cara es el espejo del alma, siempre ha tenido el buen gusto de bajar desde las 
altas instancias de una fuerte empresa entre nuestras industrias cerveceras de España, para 
situarse al lado, a la misma altura, de las personas más sencillas que puede encontrar en su 
vida cotidiana.

Este valor, tanto personal como profesional, le hizo merecedor de muchos conocimientos y 
reconocimientos. Es sencillo investigar en la red de redes; desde sus inicios estudiantiles, 
periodista deportivo en las ondas de radio burgalesas, y sus comienzos en San Miguel a 
orillas del río Arlanzón, su progreso ha sido un no parar. Mejor todavía, sus diferentes 
empresas progresaron también; ahora que ambas marcas son una, y grande en muchos 
sentidos, le llega a mi estimado Alberto su merecido retiro pasando a una situación jubilar 
donde, intuyo, lo interesante será no parar. Mantiene un aspecto jovial que envidio 
sanamente.


























Mis lectores dirán, ¿por qué esta loa? Es sencillo, cuando de bien nacidos es ser 
agradecidos. Y añado, sentirme castellano como él es un honor. Porque así me pasó, cuando 
estuvimos invitados al acto promovido por el Ayuntamiento de Burgos, con motivo de nombrar 
a Alberto Velasco Alonso embajador de la vieja capital castellana. He de decir que me 
emocionó, y mucho, ver todo el salón de actos puesto en pie cantando el himno dedicado
con todo corazón a su ciudad de nacimiento.

Además, dado su mecenazgo con los coleccionistas cuyo Club he mencionado antes, siendo 
yo cronista oficial de CELCE, he conocido casi todas las fábricas cerveceras de nuestro país. 
Más de cerca todavía, aquellas que dan forma al actual Grupo Mahou San Miguel, porque a 
todas donde asistimos para las jornadas de intercambio promovidas por CELCE, allí estaba 
Alberto para recibirnos: Burgos, Alovera (Guadalajara), Lérida y Málaga. Yo estimo dicho
detalle un lujo, para este comentarista y familia, o para cuantos amigos nos acompañaron a 
visitar tan modernas instalaciones. Mis casi 50 años en la industria cervecera madrileña, no 
coincidente con Mahou-San Miguel, forjaron en mi persona el culto a su historia y buena 
experiencia por mis muchos años en un departamento de Ingeniería.















Certificar que nunca hubo competencia entre nosotros, me viene a confirmar esta alegría que 
manifiesto por aquí, pues le soy superior en edad nada más y agradezco la importancia de 
estar siempre junto a personas de su categoría, personal o profesional. El maestro nace, no 
se hace, y alumnos como yo pues también. ¡Enhorabuena!