miércoles, 3 de agosto de 2022

LA LLANDA Nº 32 Curso 2021-2022. Orihuela, julio 2022.


De nuevo me llega un ejemplar de dicha publicación, con 40 páginas a todo
color. Me sabe a un afectuoso, cordial, saludo desde las Escuelas de
Adultos de Callosa de Segura, Almoradí y Orihuela. Nuestro entrañable Levante
español.

Ya son varios años en los cuales su director, Luis Javier Calvo Angulo, me
obsequia con estos ejemplares impresos, uno cada año, donde resumen
el desarrollo de los Cursos en el interesante mundo educativo de la
Formación de Adultos.





Siempre doy importancia a la lectura de una Editorial, sea cual fuere
el medio desde el cual la dirección de ese sistema, su equipo de redacción,
expresan confirmando impresiones los aconteceres. Desarrollo y opiniones
valientes que dejan constancia de los trabajos superados, o por superar,
hasta llegar al papel depositado el pasado mes de Julio en manos del amable lector.

Y se explica muy bien su director, editor y redactor, respecto a las necesidades
que se han de cubrir para seguir ofreciendo Cursos de Formación. Los
cambios legales en el sistema educativo español, tiene su dependencia de
nuestros legisladores tan alejados de las aulas. Los auténticos docentes, 
personas formadas en su vocación por la enseñanza, deben de tener una 
paciencia de hierro y se esmeran con tal de ver a sus alumnos, sean del grado
que sean, llegar al menos a conseguir una meta. Enhorabuena.





Los informes que se ofrecen, respecto a los cursos desarrollados por los
distintos centros analizados en LA LLANDA, son muy buenos. No se
escatiman ni generalizan explicaciones, porque cada crónica es detallada
con buen gusto, escasos lamentos, y muy buenas impresiones para 
seguir prosperando por años venideros en su misma línea.

Destaco una frase que me llama poderosamente la atención, al final de
su página 3: Aprender a aprender, una de las herramientas fundamentales
de la formación a lo largo de la vida.

Otra gran parte de la revista, son sus ilustraciones. Y me parece muy bien
porque se dirige el impreso a un equipo de alumnos muy determinados. En
razón de sus respectivas edades, me consta por experiencia, saben que
una imagen vale más que mil palabras. Todas ellas, además, tienen un
denominador común: la alegría de los alumnos, de sus profesores, pues son
tan participativos los unos como los otros.


La revista que he recibido es vital por sus cuatro costados. Página a página
relata a sus lectores tan interesantes actividades, educativas por supuesto,
como las complementarias fuera de sus instalaciones docentes. Más si
tenemos en cuenta que los ciclos se desarrollan en la Comunidad Valenciana,
pues de una parte se fomenta el estudio de la lengua en su región, además
de varios idiomas extranjeros como plataforma desde la cual poder aspirar
a un puesto laboral o social mucho mejor. Es decir, un sistema educativo muy
moderno a mi entender.

Destaco otra frase, al final de su página 5: Jamás nos hemos sentido los
últimos. En la misma se nota el espíritu común de quienes forman el grupo
educativo: profesorado y alumnos, contando además con los empleados de
la rama administrativa u otros oficios propios para el mantenimiento de los
distintos centros educacionales.


Es todo cuanto quería decir, de este medio impreso que me llega. Entre
su contenido, además de pedagogía un modesto comentarista como yo
encuentra buenos detalles de filosofía, de educación exquisita, de buen
pensamiento en el relato de todo un año que pasó. Hasta es personal
por el buen recuerdo de quienes se jubilaron para la enseñanza, o del
buen recibo a los nuevos docentes llegados a cubrir sus plazas.

Igual relato para destacar a sus alumnos distinguidos por su ánimo en el
estudio, y lo que es mejor todavía, ayudar a todo el alumnado en ese
afán de superar el día a día. Más una constante esperanza desde la 
primera página a la última: ver concluidas las reformas y ampliaciones
tan necesarias para que todos ocupen sus propias aulas. No es de
recibo andar de prestado en un tema tan crucial, pero a la vista está de
que todos han sabido superar tal circunstancia otro curso más.

Como suelo expresar a mi admirado profespr: Felicitaciones maestro.