domingo, 2 de mayo de 2010

24ª entrega - CELCE Magazine Nº 58 Marzo 2010


En un primer instante, al desenvolver su envío postal, y ver el título de este ejemplar recién editado: “El libro de oro de la cerveza”, pensé si no hubiera sido más acertado citar: El libro de oro de la cerveza española. Pero una vez entrado en el olor fresco de su tinta, su gran formato, sus atractivas imágenes y tan completa información, reconocí estar ante el estudio dedicado a una bebida de producción universal; con su historia milenaria tan interesante, que no conviene limitar el desarrollo de esta publicación únicamente a España. Hace años disfrutan nuestras cervezas de estar aupadas en el pedestal donde se distinguen los tres países europeos más importantes -en cuanto a producción me refiero- junto Alemania y el Reino Unido. Por tanto, estar coronados en ese “podium” de campeones productores, hace plausible que sea el propio sector, representado por el organismo asociativo Cerveceros de España, en su compromiso con la sociedad española, quien promueva y difunda –para orgullo de quienes trabajamos en esa rama alimenticia- que nuestro labor es muy buena, y está reconocida en la Unión Europea.

Son más de doscientas páginas lo que nos adentra en este mundo, casi mágico, según me comenta alguna visita en mi empresa, dependiente ahora del Grupo Damm. Es la actual Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, doña Elena Espinosa Mangana, quien nos confirma que este libro ofrece una información pormenorizada, con múltiples perspectivas, de forma amena y atractiva, en cuanto a ingredientes, elaboración y las principales industrias cerveceras de España.

El presidente de Cerveceros de España, quienes han editado conjuntamente con la Editorial Turner (2009) este interesante libro ratifica algo evidente desde hace muchos años: La cerveza en España forma parte de nuestra cultura y tradiciones muy arraigadas, con marcas centenarias, que a lo largo de los años se han ido adaptando a estos nuevos tiempos técnicos y de globalización.

Con estas primeras firmas oficiales y acreditadas, Ministerio y fabricantes de cervezas, siguen otras ilustres plumas para adentrarnos en Historia de la cerveza, por la conservadora jefe del Dpto. de Egipto del Museo Arqueológico Nacional. De Materias primas y elaboración, nos introducen los presidentes de Cultivadores del Lúpulo y de Malteros de España, respectivamente. Cuando se llega a La cerveza en España, son Luis del Olmo –periodista, director del programa “Protagonistas”, y Jacobo Olalla Marañón –director general de Cerveceros de España- quienes nos adentran en la sana costumbre de la caña con o sin tapa, en el bar de la esquina; o se muestra delicadamente pormenorizado nuestro actual sector cervecero, y los grandes grupos en esta industria que continúan activos en nuestro solar insular y peninsular.

Sigo en la lectura, por cuanto manifiesta el presidente de la Federación Española de Hostelería quien trata Cerveza y Salud, citando nuestra cultura y tradición más la responsabilidad demostrada socialmente en el sector. Para, a capítulo seguido, conocer algo de Cerveza y nutrición, en letras del presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Manuel Díaz-Rubio, y jefe del Servicio de Aparato Digestivo, del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid; que a su vez respaldan otros responsables en la Fundación Dieta Mediterránea, en Medicina Preventiva y Salud Pública (desde la Universidad de Las Palmas); un deportista, ahora médico, como José Antonio Corbalán; o el director de la Cátedra Extraordinaria de Bebidas Fermentadas, Facultad de Farmacia, en la Complutense madrileña. Nos habla también, para Disfrutar de la cerveza, Juan Mari Arzak, cocinero de renombrado prestigio, respecto a cuanto él entiende en el mundo de las cervezas, en la mesa, o el arte de servirla (las cañas no se “tiran”, se sirven)

Mención que destaco, comparto, felicito, tanto a Cerveceros de España, como mis amigos y socios en CELCE, es por el extenso capítulo dedicado -en este libro de oro- al Coleccionismo cervecero en España. El saludo e introducción es de Enrique Solaesa, presidente de nuestro Club, y el desarrollo que nos expone resaltando el original tema mediante materiales “brewerianos” aportados –además de él, con sus etiquetas- por los hermanos González Rossi (carteles), Felipe Espejo (latas), y las botellas serigrafiadas -o pirograbadas- que mima en su colección otro gran recopilador: Pascual Merita.

Termina esta publicación, como cabe esperar, en el capítulo 8: La cerveza en el arte, cuyo tema lo abre Mario Vargas Llosa con un fragmento de su obra: Conversación en la catedral (1969)… “observa el círculo de espuma salpicado de cráteres, bocas que silenciosamente se abren vomitando burbujas rubias”. Y llegando a las últimas páginas, se abre otras sección Una bebida con mucho arte, donde uno se entretiene deliciosamente al repasar vidrieras, obras de maestros holandeses, Manet, Rembrandt, Pablo Ruiz Picasso, Ramón Casas, cuyos detalles nos vienen a certificar cómo los artistas han reflejado en muchas de sus obras cierta predilección hacia la cerveza.

No me he detenido en relacionar ante mis lectores, otro valor añadido al libro: sus fotos. Se hace al final relación de los créditos fotográficos; son imágenes generosas, nítidas, muchas a toda página; como estimo se han de considerar todos los productos cerveceros e ingredientes, instalaciones, medios, o establecimientos –con sus empleados- que intervienen desde fábrica al consumidor. Algo, en suma, de agradecer a cuantas personas y empresas han intervenido en este libro, porque será difícil de superar en un tiempo.

Nada más me surge una cuestión, cuando vuelvo a recordar el pódium que les citaba en un principio. Puesto que de competir se trata, no se difunde –como a mí me gustaría- los concursos internacionales donde acuden nuestras marcas cerveceras españolas. Sí existen microcervecerías, o cervecerías artesanales, que intervienen en este tipo de eventos que les cito. Los hay que se anuncian a modo de Concursos Internacionales de Cerveza, aquí, en España, pero es para quienes no conducen después de beber.

Yo me refiero a eventos como la European Beer Star (en Alemania) Copa internacional del mundo. Concursos internacionales de la industria de cerveza (en Gran Bretaña o en Australia) Algo así -o similar- donde las medallas obtenidas luego son resaltadas con todo merecimiento en etiquetas, tapones corona, cajas, barriles, y material publicitario. De los patrocinios en deportes, salud, calidad de vida, seguridad en la carretera, también estamos entre los primeros países europeos. Pero ser competidores igualmente, frente a cervezas de otros países, creo sería bien visto en objetivos de Marketing. Mi más cordial enhorabuena, y felicitaciones por haber editado este gran libro.