martes, 27 de marzo de 2018

Cartelería para una nueva Convención de CELCE. Zaragoza, 28 y 29 Abril 2018

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Desde hace años vengo diseñando carteles para los amigos de Onda Cero,
emisora de Toledo, y el equipo dirigido por Javier Ruiz, en su programa
"En Marcha" de gran éxito en las madrugadas de verano por la radiodifusión
española. También les mantengo un Museo Virtual en la Red que con el
tiempo ha dado en ser un éxito.

Ahora estoy probando unos nuevos diseños de carteles. En esta ocasión para
los amigos de CELCE, Club Español de Coleccionistas Cerveceros, pues no
en balde celebran dos convenciones al año, primavera y otoño, para cuyas
épocas también he diseñado alguna reciente cartelería.

Para la Jornada de Intercambio en Zaragoza, he realizado unas pruebas. Al no
disponer del adelantado Photosop, puedo utilizar el modesto PowerPoint u otras
herramientas on-line existentes en Internet.

 

El primero que les muestro, con un templo zaragozano lleno de su precioso estilo mudéjar,
ya está publicado tanto en el Facebook como en el Twitter de CELCE. Se trata de la
Iglesia de San Juan de los Panetes, en la misma capital de Aragón. Lo hice con una
herramienta similar a PowerPoint, del programa LibreOffice4.1.5 fácil de encontrar
en la Red, y muy similar al patentado mundialmente por Microsoft.

El segundo por la derecha, asemeja un posavasos cerveceros encima, precisamente, de
una caja de botellas vacías. Su herramienta viene de la mano de CANVA, y no precisa
descargar ningún tipo de programa toda vez que se trabaja directamente on-line en su
nube. Se puede dejar en ella los diseños, como hacen otros usuarios para mostrar los
trabajos. Existen en ella fotos muy buenas y libres de derechos de autor, que es por donde
me he decidido yo para diseñar esta posible tarjeta postal. Eso sí, a la hora de imprimir,
por ejemplo en un tamaño de 10,5x15 cm., el detalle del color encarece mucho su tirada.


Después, al ver los resultados que me daba la herramienta CANVA, busqué nuevas fotos
gratis donde trasladar los mismos textos del cartel original ya publicado en la Red de redes.

De una parte, a la izquierda, se puede observar esa magnífica caña que se está llenando con
cerveza desde una botella, cuya marca no se ve, y por tanto se puede añadir -siendo gratis
la foto- a un tipo de evento como el que se celebrará en Zaragoza para finales del próximo
mes de Abril.

He procurado destacar los logos de CELCE, como Club promotor de la mencionada
Convención Nacional de Primavera. Los podía haber reducido más, pero me interesa que
destaquen pues no en balde el Club de los coleccionistas ya ha superado los treinta años
de constante crecimiento y actividad. Entiendo que se han de destacar, y lo mismo he resuelto
en el otro cartel a mano derecha de la pantalla del monitor.

Me han gustado mucho las botellas que se advierten tras las letras, pues son muy raras por
su forma aunque mantienen el clásico tapón corona. También me ha gustado el mostrador
donde se exhiben y unos toques vegetales al fondo, tal vez clásicos platos con alimentos, 
que en suma me han ofrecido la curiosa experiencia de montar esa foto con los textos. 
No he conseugido asociar los dos logos de CELCE, con el fondo propio de esta foto pero bueno, no
soy un profesional en la materia; quedan bien para una animada entidad como es el
propio Club de Coleccionistas, donde estoy afiliado hace 17 años.

Espero les guste, pues también se pueden descargar con un buen tamaño y una definición
que no es para echar cohetes, pero vienen bien para archivo en la historia del propio Club.

¡Salud!
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viernes, 9 de marzo de 2018

Revista CELCE MAGAZINE Nº 90 - Mes de marzo de 2018

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En los años que llevo con esta sección, es la primera vez que recibo 
una joya de libro impreso en el extranjero y en lengua que un día de mi juventud intenté 
estudiar; no en balde el primer trabajo que aparece en mi vida laboral era en una cervecera 
participada por capital y técnicos alemanes.  


Nunca pasé más allá de contar uno, dos, tres, o decir buenos días, y salud al brindar… en 
alemán. Ahora me emociona echar mano del traductor, recordando en los gráficos y fotos 
del libro Die Brauerei im Bild las instalaciones que yo conocí montar en la desaparecida 
Henninger Española, S.A., de Madrid. De esto que les hablo, hace más de cincuenta años; 
seguramente ya no vivirán aquellos paisanos de Goethe, con quienes me hubiera gustado 
comentar este volumen editado en Núremberg, por el año 1949. Mi gratitud a J.A.O. por el 
detalle que ha tenido con este comentarista.



Buscando por los servidores alemanes, el complicado titulo se puede traducir en: La 
cervecería en imágenes, cuyos autores Karl Hennies y Robert Spanner también ofrecieron
 un subtitulo: La carrera de la cerveza. Esta edición que tengo en mis manos fue realizada por el impresor J.G.W., 
en la citada Núremberg, año 1949, aunque los derechos de la obra 
son de Verlag Hans Carl, según copyright del mismo en 1940. Son poco más de 170 
páginas, y por supuesto no contiene ninguna foto en color; no en balde hace 69 años este 
tipo de publicaciones técnicas se imprimían en blanco y negro. Con una particularidad, sus 
imágenes son de muy buenas, claras, e incluso con esa cierta cruda belleza donde no 
existía el color. Las cien fotos contenidas, han sido cedidas por empresas como: Bayer, 
Miag, A. Ziemann AG, o Holstein & Kappert Gmbh. Dortmund.

 

Buscando por los servidores alemanes, el complicado titulo se puede traducir en: La 
cervecería en imágenes, cuyos autores Karl Hennies y Robert Spanner también ofrecieron 
un subtitulo: La carrera de la cerveza. Esta edición que tengo en mis manos fue realizada 

por el impresor J.G.W., en la citada Núremberg, año 1949, aunque los derechos de la obra 
son de Verlag Hans Carl, según copyright del mismo en 1940. Son poco más de 170 
páginas, y por supuesto no contiene ninguna foto en color; no en balde hace 69 años este 
tipo de publicaciones técnicas se imprimían en blanco y negro. Con una particularidad, sus 
imágenes son de muy buenas, claras, e incluso con esa cierta cruda belleza donde no 
existía el color. Las cien fotos contenidas, han sido cedidas por empresas como: Bayer, 
Miag, A. Ziemann AG, o Holstein & Kappert Gmbh. Dortmund.



Además se incluyen gráficos diseñados en tinta china, que empieza desde el endosperma 
de un grano de cebada hasta todo un edificio, con sus varias plantas, explicando el proceso 
del ensilado de la malta, su molienda, cocimiento, filtración y envío a Bodega de 
Fermentación. Es decir, ante la dificultad de plasmar en una sola foto una producción tan 
compleja como es fabricar cerveza, se recurría al arte de un dibujante técnico; un 
delineante según la categoría laboral de la época, con una caligrafía muy esmerada para 
guía de sus dibujos, todos ellos firmados pero no he logrado encontrar su nombre. Estas 
ilustraciones técnicas con tiralíneas o plumilla, diez en total, cuyas medidas son superiores 
a 14 x 20 cm., van plegadas con un esmerado cuidado al lado de la página correspondiente 
a sus explicaciones; con los años, se han perdido dos de ellas.

 
No obstante también encontré ediciones de este libro en 1940, 1956 y 1971. Precisamente 
en este último año fueron tres sus autores, además de los citados, pues también intervino 
Georg Zentgraf; presentando 302 ilustraciones con textos, más una guía ilustrada de la 
cervecería moderna incluyendo explicaciones de sus imágenes en inglés.


Entrando en el cuerpo del libro, hay dos prólogos, uno por cada autor; el primero de Karl 
Hennies, de junio de 1940 y el siguiente de Robert Spanner de agosto de 1949. Entre 
ambos ponen al lector en antecedentes, mejorando como suele ser la primera edición.



También contiene una introducción, que ya da paso al lector hacia una de las primeras 
funciones del fabricante de cerveza: el malteado. Aquí es principal protagonista la cebada 
alimentaria, a la cual dedica nada menos que nueva apartados. A continuación, nos 
describe con fotos y dibujos el proceso de hacer germinar esos granos de cebada, su 
secado en el momento oportuno y el correspondiente tostado hasta conseguir un tueste 
según la cerveza final que se desea obtener.


Y por supuesto, gran parte del libro, a partir de la página 80, se dedica a la preparación de 
la cerveza. Son seis secciones, por donde empieza destacando dos productos importantes: 
el agua y el lúpulo. A continuación, la extracción del mosto; a ésta dedica ocho secciones, 
toda vez que pasa por diferentes fases desde el empaste de los cereales con el agua, sus 
distintas temperaturas y tiempos, filtración, separación del bagazo, cocimiento con el lúpulo, 
su envío a Fermentación donde se le añadirá la ración necesaria de levadura.



Sigue con la fermentación del mosto para cerveza verde, en siete separaciones oportunas. 
Todo debido, por lo que yo he conocido personalmente en el trabajo, a la turbiedad que 
forma la precipitación de proteínas y complejos proteína-taninos durante la ebullición y 
posterior enfriamiento del mosto, que se denomina turbiedad en frío. Para evitar que esto 
ocurra en el producto final embotellado, la “cerveza verde” se somete a un proceso de 
añejamiento, maduración o reposo. También trata del almacenamiento de la cerveza, lo que 
es la pos fermentación; con dos apartados en este tema. De ahí pasa el manual, los 
dibujos, las fotos, a lo que es el proceso de embotellado de la cerveza, con tres apartados 
muy concisos y curiosos. Para finalizar con la cerveza terminada y puesta en almacén.


Hasta aquí, se han cumplido 150 páginas. Luego, para mi sorpresa, siguen dos secciones 
que no me esperaba. La primera dedicada a la cerveza y su influencia en la economía 
alemana, final años 40, con ocho apartados; la segunda trata de la cerveza en la vida del 
individuo. Y para terminar, como se sigue patrocinando en tantas y tantas revistas técnicas 
de la actualidad, se solicitó el concurso de proveedores con sus anuncios de maquinaria o 
materiales para la fabricación de cerveza. Era por decirlo así, y lo sigue siendo, una 
captación de recursos económicos con tal de llevar adelante una publicación, si se quiere 
minoritaria, y para un público muy determinado. En esta oportunidad dirigida a los maestros 
cerveceros, que aprendieron y guiaron sus conocimientos con libros como el que yo ahora 
he tenido el privilegio de mostrar a nuestros lectores.

 

Hoy, casi setenta años después de su publicación, uno puede enriquecer los 
conocimientos, aunque mejor si su edición se hubiera hecho también en español. Y si no se 
hizo, posiblemente, es por una razón bien sencilla: la mayoría de maestros en las 
cerveceras españolas de aquellos tiempos eran procedentes de Alemania. Por cuanto 
aprendimos de ellos, a su memoria, un brindis con cerveza y ¡Salud!