Hace algunos meses, tuve oportunidad de visitar la sede de Cerveceros de España. Con dicho motivo, me ofrecieron la posibilidad de investigar entre sus fondos bibliográficos. Como puede suponer el amable lector, y otros más entendidos que yo en esta materia, la mejor biblioteca sobre temas cerveceros –evidentemente- se ha publicado en inglés.
No obstante he tenido el placer de disfrutar, a título de préstamo, leyendo dos ejemplares estupendos que deseo comentar con ustedes. También, porque de bien nacido es ser agradecido, acuso recibo a dos curiosas publicaciones sobre fabricación de cerveza; un regalo que me llega desde Argentina, donde las editoriales y ejemplares publicados por habitante son datos más abundantes que en España. Queda su comentario para una próxima ocasión.
Mientras, como les decía, he de manifestar –y no me importa- que en cierta medida me sorprendió el libro titulado: CERVEZAS MAHOU 1890-1998. O mejor dicho, dos sorpresas. La primera, cuando me encontré en sus páginas con numerosos cuadros comparativos (materias primas consumidas, existencias, compras; evolución de la cerveza en países de Europa, etcétera). La segunda sorpresa -más entrañable quizás- es resultarme muy grata su lectura porque, entre tantas cifras, hay toda una historia muy afectuosa de sus personajes; y numerosas personas más que han laborado en una empresa inicialmente madrileña. Todos ellos tienen aquí su pequeño homenaje.
Dicho libro, con subtítulo: Un siglo de innovación y tradición, cuya primera edición en septiembre de 1999 es la que ahora tengo en mis manos, ha sido posible gracias al interesante trabajo realizado por don José Luis García Ruiz, doctor en Economía y gran investigador en historia financiera y empresarial. Y junto con él, doña Constanza Laguna Roldán, licenciada en Ciencias Económicas, además de otras acreditadas titulaciones. Para ambos mis felicitaciones, pues han logrado ofrecer una amena lectura de su trabajo; muy en especial porque los números pueden contrariar al más paciente lector.
Su editorial, LID Editorial Empresarial, S.L. mantiene entre sus fondos una particular “Colección de Historia Empresarial”. De entre éstos, el dedicado a Cervezas Mahou disfruta del prólogo de don José María Álvarez del Manzano y López de Hierro, primer edil del ayuntamiento matritense por entonces; así como una afectuosa presentación por parte de don José Antonio Herraiz Mahou, presidente de la cervecera madrileña en 1999.
Es un libro de agradable compañía, donde nos detallan toda una historia de empresarios, familiares en suma, quienes empezaron con una modesta fábrica de colores al temple y al óleo “El Arco Iris”. Hasta llegar a cervezas Mahou de hoy, con inicios circunscritos a Madrid, pasa por detallados ámbitos curiosos e interesantes de toda gran empresa. Algo que ha sido posible gracias a un extraordinario acierto culto: la existencia del Fondo Mahou, en el Archivo Histórico de la Comunidad de Madrid; precisamente en el edificio de la antigua fábrica de cervezas Mahou, en la calle Amaniel 27. Ese acierto, en lugar de proceder a destruir tan numerosos documentos, fotografías, etiquetas, etc., hizo posible que el editor Marcelino Elosua y el autor José Luis García Ruiz, propusieran a cervezas Mahou este interesante libro. Reitero, muchos coleccionistas podemos disfrutar de su lectura.
Tal vez como única objeción, que me llega también por parte de otros lectores, se echa de menos -entre sus más de 250 páginas- alguna ilustración a color. En concreto, porque se incorporan fotos de etiquetas, antiguas y modernas instalaciones, así como diversas panorámicas de sus anteriores y actuales emplazamientos industriales. Pero, en definitiva, he de insistir en mis buenas impresiones. Lectura imprescindible para quienes tienen deseos de conocer la historia nuestra industria cervecera nacional; los inicios de colectivos técnicos, profesionales, o empresariales (como la antigua ANFACE) cuyo origen venía a mejorar y situar una cerveza, como es la nuestra, entre las mejores de Europa.
El segundo libro, leído también en calidad de préstamo como les decía en un principio, se titula FABRICACIÓN DE MALTA Y CERVEZA; es otra gozada. Muy en especial por ser un libro editado por Gráficas Pérez Galdós, de Madrid, en el año 1954. Es decir ahora se cumplen cincuenta años de su edición, gracias al excelente trabajo de su autor don José Carrasco Torromé, licenciado en químicas. Y además, jefe de los laboratorios –entonces- de El Aguila, S.A. Fábricas de Cerveza y Hielo en Madrid, Valencia y Córdoba. Una joya para quienes trabajamos en la industria cervecera, porque como bien dice su titulo abarca todo, todo, todo el proceso de una marca emblemática como era El Aguila por esos años cincuenta.
Son más de cuatrocientas páginas, donde se explica concienzudamente: las materias primas utilizadas en la fabricación; sus diferentes procesos en maltería, cocimiento, fermentación y envasado. Pero no así, tan sencillamente como yo les relaciono. Porque -para mi asombro- se incluyen fórmulas y métodos que todavía hoy, teniendo en cuenta se ha modernizado la fabricación o producción cervecera en todos sus aspectos, siguen en vigor muchas de estas especificaciones detalladas minuciosamente por el autor.
Independientemente de la ciencia química, por su importancia en muchos aspectos para fabricar cervezas, tenemos una galería de imágenes industriales que dentro de poco entrarán en ese concepto de arqueología industrial. Yo les hago llegar una figura, concretamente la número 180, página 361, donde se aprecia una sección transversal de una maquina lavadora tambor de botellas; modelo “Integrale Major” procedente de París. Un curioso croquis, un plano en sección transversal, que hicieron los delineantes de El Aguila en esos preciosos y precisos tiempos donde no existían los actuales sistemas informáticos. Una joya de ingeniería, técnica, y práctica que –entonces- debió suponer uno de los mayores avances para la calidad de los caldos envasados.
Siento que la portada de este curioso libro sea tan escueta, y carezca de interés para su reproducción a color en nuestra revista. Nada más viene una silueta en color cobre brillante, de una clásica caldera de ebullición para cocimiento del mosto, sobre un fondo negro. Tal vez, y de ahí el interés de su lectura que me cautivó, sea ese el secreto de los grandes profesionales cerveceros españoles: dentro del envase –porque del exterior se encarga el marketing- están los grandes secretos de las cosas bien hechas. Como todo en esta vida, venimos disfrutando de una rica cerveza gracias a cuanto otros hicieron y estudiaron para poder vivir –o beber- todos juntos. Alrededor de unas brillantes jarras de cremosa espuma, nuestra mejor sonrisa.