martes, 11 de junio de 2019

Mario Vargas Llosa anuncia en la Feria del Libro de Madrid el título de su próxima obra.

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Foto: Sergio Cadierno.  


La jornada del lunes 10 de junio se cerraba en la Feria del Libro de Madrid con el 
anuncio de Mario Vargas Llosa que informaba al auditorio que llevaba 2 años y 
medio trabajando en su próxima obra, Tiempos recios, en la que aparece, entre 
otros personajes, Johnny Abbes García, jefe del Servicio de Inteligencia Militar 
(SIM) durante la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. 

En este diálogo, organizado en el Pabellón de la  República Dominicana, el 
Premio Nobel conversó con la intelectual dominicana Soledad Álvarez acerca de 
su relación con este estado caribeño. “Llegué para hacer un radio documental 
para la radio televisión francesa y fue amor a primera vista. Lo que más me 
impresionó es que se hablaba con mucha libertad de lo que había sucedido en 
época de Trujillo. Había una especie de impregnación de lo que ocurrió”. 
Asimismo subrayó el carácter de Trujillo “porque era un dictador histriónico. 
Había un anecdotario en torno a él, a su afán exhibicionista que caracterizó su 
régimen”. Asimismo, el escritor de La fiesta del Chivo, aseguró que quien más 
sufrió en el régimen del dictador dominicano fueron las mujeres.
Reflexionó, gracias a las preguntas de Álvarez, sobre su carrera. “En literatura 
tenía la idea de que una novela seria no puede ser risueña. Un día quise contar 
la historia de Pantaleón y las visitadoras y vi que no se podía contar en serio. 
Era imposible. Tenía que ser contada con un humor de brocha gorda y así 
descubrí el humor”, indicó para añadir que ”le debemos a Cortázar la 
respetabilidad del humor en la novela latinoamericana”.

En un guiño al país invitado en la Feria del Libro de Madrid, quiso demostrar su 
fascinación por la figura de Pedro Henríquez Ureña, uno de los tres escritores 
homenajeados por la República Dominicana en este evento. “América Latina no 
le ha hecho el reconocimiento que se merece. Fue extraordinario desde su 
juventud. Me gustaría escribir un libro sobre él desde la admiración que le 
tengo”, dijo.

Además, acabó confesando el temor de que la guerra entre pantallas y libros 
acabe con la cultura. “No creo que la imagen sea tan importante como las ideas 
y el vehículo de esas ideas son los libros”.

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