Por ejemplo, cito a nuestros amables lectores: CERVEZA Y VIDRIO “Un largo camino juntos”. Una esmerada publicación, de casi cuarenta páginas, con cierta particularidad: para su impresión se ha utilizado un novedoso “Bier Papier”, cuyo galicismo viene a significar la composición del papel mediante lúpulo, malta, levadura y restos de etiquetas de cerveza. Dicho de otro modo, la protección del Medio Ambiente puede alcanzar también el reciclado de diversas materias primas cuando una parte importante se convierten en subproductos; y el desecho de materiales de envasado, ya inutilizables, consigue tener un mejor destino que el triste vertedero municipal.
Este libro se editó, en el pasado año 2001, patrocinado por ANFEVI, Asociación Nacional de Fabricantes Españoles de Vidrio, y el Centro del Envase de Vidrio. Ambas entidades cuidan y se esmeran en promover el excelente protagonismo del envase de vidrio, en todos los aspectos, más su importante relación con la industria cervecera. El contenido de dicha literatura, interesante a cualquier nivel sea cual sea su lector. No en balde todo cuanto se refiere a la creación, conservación, comercialización y consumo del rubio caldo amargo de blanca espuma, es fascinante se mire desde donde se mire. Resultando por tanto este libro un detalle más a tener en cuenta, entre nuestros objetos coleccionables.
Y puesto que de patrocinios he comenzado mi comentario, también deseo hace mención de otra publicación. Más sencilla si cabe que la anterior, pues no se puede considerar un libro al folleto impreso a modo de documento que recoge una conferencia del insigne don Camilo José Cela, titulada: LOA DEL NOBLE ARTE DE BEBER CERVEZA. Pero si me permiten, esta cita puede valer de homenaje al académico, Nobel, y maestro cervecero de honor, tras su fallecimiento en el presente año. Poco más de una docena de breves páginas, como recuerdo de nuestro ilustre escritor con motivo de la inauguración del 21º CONGRESO INTERNACIONAL DE LA EUROPEAN BREWERY CONVENTION (E.B.C.) Era el mes de mayo de 1987, cuando una gran mayoría de industriales cerveceros de Europa se reunieron en la capital del Estado; supongo la audiencia un tanto conmovida al oír estas palabras: 
“Vayamos por la vida con nuestra cerveza que es la que nos cabe en el cuerpo y no la que nos sobra en el alma, y pensemos que no erraba Cervantes cuando decía que el licor demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra”
Fue todo un detalle esta atención impresa por gentileza de ANFACE, entonces Asociación Nacional de Fabricantes de Cerveza; hoy Cerveceros de España.
Así como otro gesto de buen gusto, puesto que de padrinazgo literario les escribo, cuando en 1998 los cerveceros españoles y la Asociación Española de Técnicos de Cerveza y Malta realizan una edición facsímil de otro libro: OPÚSCULO SOBRE LA CERVEZA: Método de elaborarla: Sus virtudes como medicamento y como bebida ordinaria. Por el licenciado D. Juan Manuel Ballestero. Una cuidada edición de otra impresa en Madrid, talleres de don Norberto Llorenci, cuando corría el año 1827.
Cabe resaltar, en ese primer cuarto del siglo XIX, el tratamiento que se daba ya a las cervezas ligeras, cervezas fuertes, cervezas particularmente resinosas, cervezas medicamentosas, o las consideradas como apagadoras de la sed.
Todas esta relaciones, en suma, nos vienen a confirmar esa fascinante atracción que ejerce la cultura cervecera sobre la humanidad. Reciente en nuestro país, gracias a los cerveceros que vinieron acompañado el emperador Carlos V; pero descubierta cada día por más y más adeptos en virtud de sus numerosos beneficios para la salud. Amén de un acicate más para los coleccionistas, españoles y extranjeros; gracias a su iniciativa privada estamos conociendo más todo cuanto rodea el mundo de las cerveceras.
